En un entorno complejo necesitamos disponer de esta mirada que facilita la identificación de patrones, relaciones y dinámicas que a menudo son invisibles y que permiten entender y gestionar los desafíos organizativos.

En un mundo en constante cambio, el aprendizaje continuo y la adquisición de nuevo conocimiento son pilares fundamentales para el crecimiento y la adaptabilidad de las organizaciones y personas.

En el presente, la complejidad creciente nos pide disponer de altas dosis de adapatabilidad para transitar hacia nuevas maneras de hacer que el futuro nos demanda. Más allá de las habilidades técnicas, es esencial conectar con nuestra singularidad para desplegar el propósito personal y hacerlo desde la propia autenticidad y confianza.